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miércoles, 31 de agosto de 2011

Hércules y el estrecho de Gibraltar

Estimado Lectores:

Reciban el tradicional saludo y reflexión de la semana en la cuál se analizará el valor de la tolerancia al amparo de la mitología griega. Reconozco que le pretendo dar otro enfoque a la misma para con ello resaltar el valor de esta semana. Espero sea de su agrado.

Cuenta la leyenda que el mítico semidiós en penitencia a la "locura" mostrada al haber quitado la vida a sus hijos, decidió expiar sus culpas a través de encargos durante 12 años del Rey de Tirinto "Euristeo"... y el mito continua hasta llegar al punto de que Hércules ayudo deteniendo las dos grandes columnas que separaban la tierra del mar Mediterráneo (Europa de Africa) y de donde parto para desarrollar la metáfora de esta semana.

En la actualidad, esa "separación" mitológica de las "Columnas" (Europa de Africa) para permitir el libre tránsito de las naves hacia el océano Atlántico (poco conocido por los hombres de aquellas épocas), equivale en la actualidad a la separación de las ideas de tolerancia e intolerancia que se perciben en todo comportamiento humano.

¿Cuántas veces no hemos mostrado poco respeto y aceptación de las ideas de las demás personas a nuestro alrededor con la falsa creencia que nosotros "siempre" tenemos la razón (o más bien, la sin razón), o hemos descartado "pensamientos" por diferir de nuestros intereses personales?. Resulta triste observar por ejemplo, que en el comportamiento humano se haga la separación de "las columnas de Hércules" no para facilitar el libre tránsito de las ideas o expresiones para una mejora en las relaciones humanas, sino para alejarlas mediante el orgullo falso, la envidia, el rencor, los celos profesionales, la conveniencia, etc.

Creo firmemente que existen elementos para hacer que este gran país como es México, pueda salir del atolladero en que se encuentra con motivo de la lucha contra todo aquello que nos impide tener tranquilidad y bienestar. Sin embargo, es triste ver como opinamos negativamente en las redes sociales -en una postura muy "snob" o "intelectualoide"- de la "fallida lucha de FCH", yo me pregunto: ¿Que hacemos como mexicanos para ayudar a solucionar el problema? ¿Respeto la propiedad intelectual o compramos discos piratas que propician que se siga fortaleciendo la delincuencia organizada y la pérdida de empleos?, ¿Respeto las normas de tránsito y de buen gobierno o soy como las "damas" de Polanco?, creemos que con cargarle la entera responsabilidad a Felipe Calderón Hinojosa de las muertes en la lucha contra el narcotráfico ya estamos exentos de nuestra responsabilidad como buenos Mexicanos, falso, estamos visualizando a nuestro Hércules como intolerante y estamos "separando" las columnas del mundo antiguo para dar cabida a lo que pretenden los malos: Crear un Estado de inconformidad social para "dividir y vencer".

Esta metáfora del estrecho de Gibraltar debe ser vista como si cada uno de nosotros fuera ese mítico semidiós y lejos de separar las columnas de los altos ideales, debemos unirlas en una postura de tolerancia, de trabajo en equipo, de aportar los buenos valores que cada uno de nosotros tenemos, etc.

Pudiéramos pasar lustros, décadas, siglos, quejándonos de tal por cual funcionario público, pero el Quid del asunto es: ¿cuando cambiaré yo mismo?, ¿cuando en lugar de quejarme voy a aportar? ¿cuando dejaré de fomentar corrupción  para obtener lo que quiero de la forma correcta?.

Hércules se lamentó de sus actos durante 12 años, pero nunca dejó de hacer tareas por el bien de sus compatriotas a manera de expiar sus culpas, te dejo esa última reflexión.

Saludos cordiales

CPC y MI Juan Gabriel Muñoz López
Consultor

twitter: @gabriel_fiscal  @Elgabocoaching

Al final de cuentas 






martes, 23 de agosto de 2011

Tres puntos en la hoja blanca

Estimados lectores:

Reciban un cordial saludo y a la vez mi entrega semanal de la tradicional metáfora o parábola en la cual les compartiré una experiencia más de la vida. Espero sea de su total agrado.

Hace más de un lustro, "Juan" fue llamado a donde el director de la firma lo aguardaba para ver resultados de las compañías o clientes que tenía a su cargo, sería una sesión de provecho para ambos, ya que para "Juan" equivaldría a obtener el reconocimiento a su trabajo y el consabido aumento de sueldo y para el Director una oportunidad para establecer el mecanismo que le permitiera acercar más cuentas a la organización.

En el intervalo previo a la reunión de trabajo, "Juan" -siempre puntual a su trabajo- se topó con un tráfico inusual en el trayecto de su casa a la oficina, lo que le hizo llegar con 10 minutos de retraso a su trabajo, de igual manera; aún y cuando su atención al teléfono con los clientes era atenta y cordial, un "cliente" (de los que más de alguno ha de tener entre su cartera de clientes) se quejó de él porque no le tomó la llamada en el momento que la hizo -muy a pesar de que "Juan" le devolvió la llamada dentro de los 5 minutos siguientes. Estas situaciones llegaron hasta el conocimiento del Director de la firma.

Una vez que "Juan" llegó con todo lo necesario para iniciar el "feed back" de los avances de cada cliente y obtener el ansiado aumento de sueldo, se llevó la no grata sorpresa de una reprimenda de parte del Director, el cual, tomó en cuenta para el análisis del puesto los últimos sucesos previamente descritos como argumento para negar el aumento de sueldo.


Muy a pesar de esta situación tan injusta, "Juan" espero el momento de replica para ilustrar su desarrollo profesional y solicito a su Director una hoja en blanco para poner en ella únicamente tres puntos negros diminutos y procedió a solicitarle amablemente a su "líder" que era lo que observaba en la hoja.


Una vez analizada la encomienda de "Juan", el Director respondió un poco perplejo por lo que consideraba una respuesta de "parvulitos" que sin embargo acepto a resolver bajo un: "Sólo observo "tres puntos" negros en la hoja en blanco... ¡Muy bien!, -es la respuesta correcta, le dijo "Juan", y ¿sabes que significan?, -No, respondió éste. Pues bien, los tres puntos negros en la hoja en blanco representan la parte subjetiva de la percepción de las personas y el espacio en blanco son las cuestiones objetivas y de valor que tiene el ser humano y que lamentablemente pasan a segundo término debido a la falta de habilidad y honestidad para reconocer su gran valor, ya que este espacio en blanco es por mucho, mayor a los tres puntos negros.


Dicho esto, la junta concluyó con la lección para ambas personas, uno decidió seguir viendo los puntos negros, "Juan" por su parte emprendió a partir de ese momento, el viaje hacia su independencia laboral y su consabido éxito, convencido de que el "espacio en blanco" tenía demasiado peso para triunfar... y así fue.


Veamos el "espacio en blanco", las virtudes y cualidades de los seres humanos, no los puntos negros que en la mayoría de las ocasiones son nimiedades o cuestiones subjetivas sin valor, aprendamos a reconocer el valor de los seres humanos, en ello esta nuestra grandeza.


Muy atentamente,


CPC y MI Juan Gabriel Muñoz López
Consultor


twitter: @gabriel_fiscal   @Elgabocoaching


viernes, 12 de agosto de 2011

Afilando el hacha

Estimados lectores:

Quiero compartir con ustedes la parábola del leñador y su hacha que aún y cuando es conocida por más de alguno, siempre debe estar presente en nuestra actitud de vida. Espero refresque nuevamente su memoria y los que aún no la conocían la hagan suya en adelante.

Cierto día, un hombre vagaba por un frondoso bosque -alejado de las situaciones banales de la vida-, respirando el fresco aire del ambiente, a lo lejos; el verde de los pinos hacía gala de color y la naturaleza lucía esplendorosa.

A pesar de la tranquilidad que se expresaba en la creación de ese maravilloso paisaje, un sonido a lo lejos llamó poderosamente su atención, al inicio, el golpe se escuchaba metódico, con compases y conforme se iba acercando para investigar que era, el golpeteo iba in crescendo, adquiriendo tonalidades dramáticas y desenfrenadas.

Al llegar al punto de donde provenían los sonidos, se percató de la desesperación de un hombre que con su hacha trataba de derribar un frondoso pino sin mucho éxito. Era tal la desesperación de aquel pobre hombre, que el viajero trató de mitigar la molestia del leñador iniciando un diálogo en pos de su tranquilidad.

¿Qué haces, estimado leñador? -pregunto en un tono afable-, ¡No me distraigas!, ¿qué no ves que pierdo tiempo en la charla? ¡Debo derribar este pino a como de lugar¡, nuevamente el viajero, le preguntó: ¿Cuantos golpes llevas en el intento?, la respuesta del leñador fue: ¡cientos! -con voz de cansancio y enfado- y no veo para cuando terminar mi labor.

Al percibir la desmotivación del leñador, el viajero le solicito revisar el hacha comentando lo siguiente: Estoy convencido de que si "afilas el hacha" podrás obtener mejor resultado. Absorto por la sugerencia y en actitud de incredulidad, el leñador le espetó: ¿Qué sabes tu de la "técnica"? ¿Esto que me sugieres me podrá servir?, ¡Por supuesto! -contesto el viajero- observa y descansa mientras "afilo tu hacha".

Pasaron alrededor de 15 minutos para realizar el proceso sugerido. Cuando estuvo lista el hacha, el viajero la entregó al leñador y lo invito a continuar con su labor convencido de que obtendría mejores resultados. Presto a seguir con el objetivo y una vez descansado, el leñador con fuerzas renovadas y confianza en su nuevo amigo, asestó sus mejores golpes y derribó en tres intentos aquél majestuoso pino. Agradecido por el sabio consejo de su nuevo amigo, lo invitó a su casa para cenar con su familia y la amistad en adelante; fue el común denominador de estos personajes.

Pues bien estimados lectores, el leñador somos cada uno de nosotros, el hacha nuestra iniciativa y actitud en la vida, el viajero es la capacitación que debemos procurarnos día a día para con ello, tener los elementos suficientes para llevar a cabo nuestras labores y actividades cotidianas con una mayor eficiencia, sin demoras, sin reprocesos.

"Afilar el hacha" es detenernos en la vida para tomar un curso de capacitación/actualización, aprender nuevas técnicas que nos permitan tener eficiencia y calidad en nuestras labores, en increíble que a pesar de que la capacitación es una herramienta efectiva de crecimiento personal y laboral, la mayoría de las personas la considere como una "pérdida de tiempo" y deje pasar la maravillosa oportunidad de superarse como seres humanos.

Detengan sus actividades "15 minutos" para adquirir el conocimiento y/o habilidades para la siguiente labor, de lo contrario su "hacha" permanecerá "chata" sin filo y en éstas épocas de gran competencia y diversidad de servicios, los mejores preparados son los que tienen las mejores oportunidades de crecimiento.

¡Prepárense para los nuevos retos de la profesión y de la vida, "afilen" su hacha!.

Saludos cordiales

CPC y MI Juan Gabriel Muñoz López

twitter: @gabriel_fiscal

http://elcoachingdebolsillo.blogspot.com